Para mantener tu descalcificador doméstico en buen estado:
1. Chequea el nivel de sal por lo menos una vez al mes, el nivel recomendado es medio deposito del envase. Asegúrate cuales son las características de tu descalcificador si es normal su consumo se encuentra en una media mensual de un kilo, mientras que el de bajo consumo utiliza aproximadamente un kilo pero cada tres meses.
Si es tu caso, revisa el estado del filtro de protección instalado previo al descalcificador cada 6 meses. Cambia el elemento filtrante o límpialo si es necesario.
2. Desinfecta el equipo este paso debes hacerlo una vez al año, este es un proceso sencillo y necesario que garantizará la salubridad del agua. Necesitarás un bactericida par la higienización de equipos, un granulado monodosis para la prevención, limpieza del descalcificador doméstico y un par de guantes. Protégete las manos con los guantes para evitar posibles contagios o reacciones a los productos que utilizarás y procede abrir la tapa del equipo. Saca la tapa protectora del tubo donde está alojada la boya de seguridad, toma el sobre granulado, ábrelo y agrégalo completamente dentro del tubo, seguidamente toma el líquido bactericida, utilizando la tapa del mismo envase como medida (dosis recomendada para cada mantenimiento), lo llenas y seguidamente lo agregas en el mismo tubo.
Cierra correctamente la tapa protectora del tubo donde se encuentra la boya y la tapa del equipo descalcificador, ahora solo queda provocar una regeneración completa del equipo para que los productos surtan efecto. Este proceso tardará unas dos horas aproximadamente.
3. Analiza la dureza del agua: finalmente, es necesario realizar un análisis mensual del agua (se recomienda que se haga conjuntamente con el chequeo del nivel de la sal) y tomar en cuenta los valores que te dará el análisis.
Recuerda que un analizador de dureza puedes encontrarlo en el mercado e incluye siempre una probeta y los reactivos necesarios para el análisis. Asegúrate de lavar bien la probeta y llenarla de agua hasta donde indique la línea, luego, añade dos gotas del reactivo “A” (claramente identificado) y agitas la mezcla, el color rojizo, indica que existe dureza en el agua y si por el contrario obtienes un color azul no hay presencia de dureza.
A la mezcla anterior se le coloca cinco gotas del reactivo “B” se mezclan y se observa el color del agua, a partir de aquí cuenta las gotas que añades hasta encontrar un color azul y esto te indicará el grado de dureza del agua.
Con la ayuda de la tabla que trae el kit de dureza te ayudará a comprender si está funcionando bien o mal tu descalcificador. Hay muchos modelos y varían de acuerdo al fabricante. No olvides leer las instrucciones de uso.
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